Patología en seres humanos
El primer fenómeno de la rabia es la penetración del
virus vivo en la epidermis o en una mucosa. La
replicación inicial del virus parece producirse en las células del musculo
estriado próximas al punto de inoculación. El
sistema nervioso periférico en los usos neuromusculares y neurostendinosos de
la terminaciones nerviosas sensitivas amielínicas. A continuación, el virus se
propaga centrípetamente por los nervios hasta el SNC ( sistema
nervioso central), probablemente a través del axoplasma del nervio periférico,
a una velocidad aproximada de 3 mm/hora. Una vez el virus alcanza el SNC, se
replica casi exclusivamente en la sustancia gris y luego se extiende centrífuga mente por los nervios vegetativos hasta otros tejidos: glándulas salivales, médula
suprarrenal, riñones, pulmones, hígado, musculatura esquelética, piel y
corazón. El paso del virus a las glándulas salivares y su replicación en
las células encinares mucinógenas favorece los contagios ulteriores a través de
la saliva infectada. El periodo de incubación de la rabia es sumamente
variable: desde 7 días hasta más de 1 año (media de 1 o 2 meses); esta
variabilidad parece depender del volumen de virus inoculados, de la cantidad de
tejido afectado, de los mecanismos de defensa del huésped y de la distancia que
el virus ha de recorrer desde el punto de inoculación hasta el SNC. Se han
descrito casos de rabia humana con una incubación prolongada de 2 a 7 años, pero son
excepcionales. La expresión de la enfermedad depende también de las respuestas
inmunitarias del huésped y de la cepa del virus.
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