miércoles, 26 de noviembre de 2014

Virus de la rabia. Manifestaciones clínicas de la rabia en seres humanos

Manifestaciones clínicas.


Las manifestaciones clínicas de la rabia pueden dividirse en cuatros estadios:

1.   Pródromos inespecíficos.
2.   Encefalitis aguda aparecida a la otra encefalitis virales.
3.   Profundo trastorno funcional de los centros del tronco encefálico que producen           las manifestaciones clásicas de la encefalitis rábica
4.   Muerte o, en casos excepcionales, recuperación.


El periodo prodrómico suele durar 1 a 4 días y se caracteriza por fiebre, cefalea, malestar, mialgias, fatiga fácil, anorexia, nauseas y vómitos, dolor faríngeo y tos sin expectoración. El síndrome prodrómico indicativo de rabia es la aparición de parestesias o fasciculaciones en el sitio de inoculación del virus o en sus proximidades.

La fase de encefalitis suele anunciarse por periodo de hiperactividad motora, excitación y agitación. Pronto aparecen confusiones mentales, alucinaciones, agresividad, aberraciones grotesca del pensamiento, espasmos musculares, meningismo, opistótonos, convulsiones y parálisis locales. Es frecuente que los periodos de aberraciones mental alternen con otro de lucidez completa, pero conforme la enfermedad empeora el periodo de lucidez  se vuelvan más breves, hasta que el paciente entre en coma. Casi siempre hay hipertensia, con sensibilidad a la luz viva, los ruidos intensos, los contactos e incluso las corrientes de aire ligeras. En la exploración física se puede encontrar una temperatura que alcanza los 40,6 ºC. la alteración del sistema nervioso vegetativo comprende dilatación irregular de las pupilas, lagrimeo, sialorrea, sudoración e hipo tensión postural.

Las manifestaciones de trastorno funcional del tronco encefálico  aparece poco después de la fase encefalitica. La afectación de los pares craneales producen diplopía, parálisis facial, neuritis óptica y la característica dificultad para la deglución. Al unirse la sialorrea con la disfagia se produce el clásico cuadro de echar espumarajos por la boca. En un 50% de los casos se observa hidrofobia, caracterizada por una contracción violenta, involuntaria y dolorosa del diafragma y de los músculos faríngeos, laríngeos y auxiliares de la respiración, el paciente acaba entrando en coma, y la afectación del centro respiratorio ocasiona la muerte en apnea. La supervivencia media desde el comienzo de los síntomas  de 4 días, y como máximo dura 20 días, a menos que se instituyan medidas de sostén.


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