jueves, 15 de enero de 2015

Virus de la rabia. Trasmisión y Patogénesis

Trasmisión y Patogénesis:




La trasmisión se produce casi siempre por la introducción de la saliva cargada de virus dentro de los tejidos, normalmente por la mordedura de un animal con rabia. Aunque mucho menos probable, es posible para el virus causar la infección desde la saliva, las glándulas salivales o el cerebro entrando en el organismo a través de heridas frescas o por mucosas intactas. Generalmente la saliva comienza a ser infecciosa al mismo tiempo que se dan los síntomas clínicos pero es posible que los perros y los gatos eliminen el virus días antes de la aparición de ellos.

El periodo de incubación es prolongado y variable; normalmente, el virus permanece en la zona de inoculación durante un tiempo considerable. La inusual duración del periodo de incubación permite explicar cómo realizar un tratamiento posterior a la exposición. La mayoría de los casos  observados en perros ocurre entre 21 y 80 días después de la exposición, pero el periodo de incubación puede ser más corto o considerablemente más largo. Se ha descrito un caso de rabia en un hombre que tuvo un  periodo de incubación de > 6 años.


Los virus se propagan a través de los nervios periféricos hasta la médula espinal y ascienden hasta el cerebro. Una vez alcanzan el cerebro el virus normalmente viaja por los nervios periféricos eferentes hasta las glándulas salivares. Si un animal es capaz de trasmitir la rabia a través de la saliva, el virus será detectado en el cerebro. El virus es excretado intermitente mente en el cerebro. La trasmisión hematógena (es la infección producida por en contacto directo con la sangre del individuo infectada)  no suceda.